El Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar es un festival musical organizado anualmente durante el mes de febrero en la ciudad de Viña del Mar, Chile. Organizado desde 1960 es mundialmente considerado el festival musical más importante de Hispanoamérica.
HISTORIA
En los años cincuenta, el recinto municipal Quinta Vergara, ubicado en la ciudad de Viña del Mar, albergaba una feria de artesanía y una muestra plástica de los estudiantes de la Escuela de Bellas Artes de la ciudad. A fines de 1959, La Municipalidad de Viña del Mar, gracias a la iniciativa del periodista Carlos Ansaldo, secretario del alcalde Gustavo Lorca, decidió agregar una competencia de canciones a la muestra plástica, como un medio de aumentar el turismo durante el verano. Las bases del certamen anuncian la realización del Primer Festival de la Canción en febrero de 1960, con el objeto de seleccionar un tema musical libre que al ser divulgado en Chile y el extranjero, dé a conocer la ciudad de Viña del Mar. Podían participar autores nacionales y extranjeros con temas que debían ser ambientados o tener relación con Viña del Mar. A partir del segundo festival se dejó en libertad a los autores para presentar canciones sobre cualquier tema, separándolas en género internacional y género folklórico.
A medida que crecían las expectativas del festival, crecía el espacio habilitado para su realización, y si al comienzo solo fue el frontis del Palacio Vergara, a partir de 1963 se comenzó a usar un anfiteatro natural, construido en la ladera de un cerro con graderías para cinco mil personas, cuyo escenario de madera estaba coronado por una «concha acústica», que se transformó en un icono del festival.
Entre 1965 y 1969, el Festival de Viña logró que el intérprete ganador del certamen fuera invitado al Festival de Benidorm, iniciando así sus vínculos con otros festivales internacionales de la canción, lo que permitió promover mejor la participación de autores extranjeros en la competencia a partir de los años setenta.
Las radios comenzaron a sumarse a la transmisión del festival haciendo de éste un gran evento radial en pleno apogeo de los shows radiales en Chile. Incluso para el tercer y séptimo festival, Radio Minería trajo al prestigioso locutor Raúl Matas, transformando a la Quinta Vergara en un auditorio radial de grandes proporciones, hasta que empezó a ser televisado en forma sistemática por Televisión Nacional a comienzos de 1972. En 1974, el evento fue transmitido por primera vez internacionalmente a países como Argentina, España, Perú, Republica Dominicana, Sudáfrica, Venezuela y los países asociados a Eurovisión recibieron por primera vez el evento. En 1978 fue el primer programa televisivo en Chile que se transmitió en señal en colores, lo que dio el paso definitivo a la internacionalización, pues una estación europea lo transmitió a España y a otros países europeos.
En la edición de 1969 comenzó la entrega de trofeos en forma de gaviota, reemplazando a la lira y al arpa de oro, que se obsequiaba a los ganadores de los géneros internacional y folklórico, respectivamente. Desde fines de los años 70, el público exigía la entrega de la Gaviota a los artistas invitados que se destacaban en su actuación y comenzó a aplaudir, ignorar o abuchear a los artistas cada noche, lo que originó su apelativo de “El Monstruo” por su tradición de «devorar» a los artistas que no eran de su agrado. Aunque el galardón estaba reservado a las competencias, en 1981 se le entregó la primera Gaviota de plata a Camilo Sesto. Con el correr de los años, la entrega de gaviotas se repitió, convirtiéndose en tradición, a pesar de que en 1983 la Comisión Organizadora había creado la Antorcha de Plata, en honor a las antorchas que encendía el público de la Quinta Vergara como aprobación a los cantantes. Aunque la Antorcha se originó para reemplazar a la Gaviota y reservarla definitivamente a los participantes, la presión del público obligó a la entrega de antorchas y gaviotas. En 1999, nace la «Gaviota de Oro» como forma de reconocer a Juan Gabriel por su exitosa presentación en cuatro festivales consecutivos la que fue entregada por última vez en el año 2002. Desde 2003 a la fecha, los premios otorgados (en orden de importancia) son la Antorcha de Plata, la Antorcha de Oro y la Gaviota de Plata.
En relación al show, originalmente diversos artistas eran invitados como forma de amenizar el evento centrado en las competencias musicales. Sin embargo, con el paso de los años, los invitados comenzaron a ganar un creciente protagonismo hasta convertirse en lo más importante del festival, debido principalmente a que contaban con una excelente popularidad previa al evento. Importantes artistas de nivel mundial han pasado por su escenario, siendo recordado el festival del año 1981 como la mejor edición debido a la calidad de los artistas que llegaron al evento como Julio Iglesias, Camilo Sesto, José Luis Rodríguez, Miguel Bosé, Ray Conniff y KC and The Sunshine Band, entre otros.
Durante los primeros años del evento, el Festival de Viña del Mar fue animado por diferentes personalidades del mundo de las comunicaciones, destacándose Ricardo García (ocho años consecutivos) y Raúl Matas. En 1968, César Antonio Santis se convierte en el primer animador estable, siendo reemplazado en 1976 por Antonio Vodanovic quién se convirtió en todo un símbolo del Festival al ser el anfitrión del certamen por 29 años, siendo acompañado por diversas co-animadoras. Vodanovic anunció su retiro el año 2004, y en el evento de 2005, Myriam Hernández presentó el Festival junto al cantante venezolano Ricardo Montaner. En 2006 Myriam Hernández fue acompañada por Sergio Lagos. En 2007 y 2008 los animadores fueron Tonka Tomicic de TVN y Sergio Lagos de Canal 13, y en 2009 y 2010 Felipe Camiroaga (TVN) y Soledad Onetto (Canal 13). Con el paso del tiempo, el Festival se fue transformando en el evento musical más importante de Chile.